Comida 13 de febrero

Aunque la esclavitud fue oficialmente abolida y prohibida en todo el mundo hace muchos años, según the International Labour Organization, Walk Free Foundation and the International Organization for Migration hay más personas esclavizadas que nunca. Desde la abolición, la esclavitud se ha duplicado a unos 50 millones de personas.

Hay muchas formas en que la esclavitud moderna toma forma. Tráfico (infantil) sexual, servidumbre doméstica, trabajo (infantil) forzado, reclutamiento ilegal y uso de niños soldados. Y quizás lo más sorprendente es que muchas personas, incluidos bebés y niños, son traficadas para vender sus órganos.

La mayoría de las víctimas de la esclavitud moderna son retenidas después de tomar préstamos que no pueden devolver. Sorprendentemente, hoy en día los esclavos cuestan poco más que hace 150 años, con un precio medio de 140 $, en comparación con los 134 $ por persona de entonces. Los esclavos de la deuda cuestan unos 60 $; las esclavas sexuales traficadas cuestan 1910 $.

En nuestro almuerzo de febrero invitamos a Saskia de Jong, directora de impacto social de Web-IQ, una empresa holandesa que ofrece soluciones OSINT para combatir el abuso infantil, la trata de humanos y el fraude.

Saskia explicó cómo se recopilan y analizan los datos de fuentes abiertas y cómo se pueden usar estos datos para producir datos procesables y estructurados. Las soluciones Web-IQ se utilizan principalmente en funciones de seguridad nacional, law enforcement y business intelligence, y la información obtenida es de gran valor para los analistas que buscan respuesta a los requerimientos de inteligencia confidencial, (no) clasificada en las diferentes disciplinas.

Por la presente me gustaría agradecer a Saskia por su interesante presentación y felicitar a Web-IQ por el trabajo increíblemente importante que están realizando en la lucha contra la trata de personas.

Desde nuestras propias vidas seguras y cómodas, es muy fácil estar ciego ante el sufrimiento de los demás seres humanos. Sin embargo, no debemos cerrar los ojos ante estos crímenes que asolan a la humanidad. Tenemos el deber moral y la obligación legal de unirnos y actuar juntos en la lucha contra la esclavitud moderna, haciendo de este mundo un lugar mejor y más justo para trabajar y vivir.